En 1886 se inaugura una obra de ingeniería que sentaba un precedente muy particular en el país; la de ser una pieza maestra de la arquitectura y además simbolizar un concepto a través de su figura. La Estatua de la Libertad significaba la entrada a Norteamérica. Es que desde su ubicación en la isla de la Libertad, le daba la bienvenida a todo extranjero que provenía de Europa o más allá. Esa esperanza de encontrar una rutina mejor, de cumplir el sueño americano, se comenzaba a moldear cuando los barcos pasaban por los pies de ‘lady’. Esta escena de llegada cuasi mística como se puede observar en miles de películas. Es la primera imagen de una tierra hasta ese entonces desconocida para los nuevos residentes. Es tan poderosa la postal, que las oportunidades llegaban de solo mirarla. Asimismo, es tal vez el símbolo más emblemático del país desde su creación, pero los detalles que esconde la hacen más interesante todavía.
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La primera particularidad de la cual muchos no están enterados, es que la estatua se construyó en suelo francés; en la ciudad de París. El diseñador a cargo de la pieza fue Bartholdi, que años después la regaló a los Estados Unidos. La estatua fue desmontada y llegó al país en más de 200 cajas, para la posterior colocación en el lugar donde aún reside hoy en día. Lo más loco de todo, es que el diseño interior de la estructura, fue llevado adelante por Gustave Eiffel; el mismo artista que años después construiría la legendaria Torre que lleva su nombre en París.
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Lo que se desconoce también es que la estatua solía ser un faro, que guiaba a los barcos hacia las puertas de Manhattan. Por diversos problemas, esa función pasó a ser parte del pasado.
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Otra curiosidad reside en su color actual, el verde. No siempre fue de este color. La oxidación del cobre produce este fenómeno y la única pieza que mantiene su color original es la antorcha, ya que está recubierta en oro.
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Mejor conocida como Liberty Island, solía ser una pequeña isla deshabitada, que cumplía una función de fortificación defensiva, hasta que la estatua ocupó todo su terreno. En la actualidad, es monitoreada y vigilada por diversas patrullas de guardacostas, para evitar la llegada de intrusos. Estos chequeos se incrementaron a partir del 9-11.
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Se deben reservar los tickets con antelación, y en esta sección de nuestro sitio puedes hallar descuentos en entradas a la Estatua de la Libertad. La compra se puede realizar de manera online, pero hacemos énfasis en su contratación anticipada, ya que es un fenómeno que millones de personas en el mundo quieren ver.
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El tour clásico incluye el viaje en ferry, el paseo por la isla y la visita al museo.
Periodista, escritor, explorador urbano de NY
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