Amigos, ha llegado el momento de hacer claridad. Basta de alarmarse. Vamos a explicarnos.
1) El programa de exención de visa ESTA no debería cambiar. No olviden que Trump fue elegido para crear más puestos de trabajo y más riqueza. No para empobrecer a la nación, haciendo disminuir sus entradas por el turismo.
2) Sin embargo, si hubiera un deterioro de las relaciones internacionales, nada se excluye. Recordemos que Trump hizo del nacionalismo su bandera.
3) Muy probablemente, con los republicanos podrían cambiar las actitudes en la frontera. Puede ser que les soliciten a los responsables de inmigración ser más agresivos para desenmascarar a aquellos que vienen con el ESTA o con visa de turista pero quieren trabajar. En práctica, si son jóvenes y viajan solos, podrían hacerles preguntas adicionales.
4) Para quien desea venir a trabajar a Nueva York, pongamos las cosas en claro de una vez. Obtener la visa ya era difícil antes, probablemente podrían surgir aún más dificultades. Podría disminuir la cantidad de visas de trabajo, podrían ser más exigentes con la visa artística, la famosa O-1. Recordemos que Trump quiere dar trabajo primero a los estadounidenses. Pero del dicho al hecho hay mucho trecho.
5) Recordemos que en Nueva York el extranjero es cosa sagrada, hay una gran apertura. Así es que en este oasis cosmopolita pueden sentirse bien acogidos.
6) La lucha de Trump es contra quien trabaja ilegalmente en Estados Unidos y quien tal vez ha atravesado la frontera sin tener un permiso. Serán perseguidos sobre todo aquellos que tienen antecedentes penales. Pero podrían surgir problemas en general también para aquellos que trabajan en Estados Unidos sin tener los documentos en regla.
7) ¿Qué podemos esperar? Que entre el decir y el hacer hay un mar en medio. No olvidemos que la First Lady es una inmigrante y trabajó sin visa en Estados Unidos. Ciertamente era bellísima y luego le perdonaron todo. La paradoja está aquí. La First Lady de Estados Unidos es una mujer que trabajó aquí ilegalmente.
8) ¿Qué pienso yo? No me gustan los nacionalismos, lo digo con toda sinceridad. Una cosa es el hacer el bien a Estados Unidos y otra cosa es creerse los mejores de todos. Mi temor es que Trump haga de Estados Unidos un país antipático, mientras que Obama logró que quisieran el país.