Oriana Mejías
Instagram: @le_ors_
La isla de Roosevelt es atractiva para cualquier persona curiosa de lo desconocido de Nueva York. Ciertamente no cuenta con calles abarrotadas de almacenes y negocios de moda, pero sí es posible sacar provecho de una visita… acá les cuento por qué.
Primero… ¿cómo llegar hasta la isla de Roosevelt?
Si quieren un consejo: vayan en el teleférico a disposición en la calle 60 con 2da avenida. El paseo es fantástico. Intenten ir un día donde el clima les permita hacer un paseo a pie en la isla, no es muy grande, pero siempre es importante estar tranquilo para disfrutar el paisaje y, sobre todo, la quietud del lugar.
Durante el paseo en teleférico tendrás la posibilidad de ver, y fotografiar por qué no, la costa este de la isla de Manhattan, verás todo el Upper East Side e incluso un costado del puente Robert F. Kennedy si vas un día en que la bruma no afecte el panorama. Del otro lado de la visual, tendrás oportunidad de claramente más allá del complejo de edificios de la ONU, pero la silueta se alarga hasta Lower East Side y el puente de Williamsburg.
El puente que acompasa el paso del teleférico lleva por nombre Ed Koch Queensboro, conocido también como puente de la calle 59. Lo atraviesan miles de personas diariamente en vehículo mientras que a pie o en bicicleta se estima que lo transitan unas 800 personas al día. Inaugurado durante 1909, es el puente más largo de todos los que atraviesan el río Este. El puente de Queensboro es el protagonista de la icónica película de Woody Allen, Manhattan de 1979.
Al llegar a la isla, hacia el norte de la isla encuentras los campos de béisbol, en un parque que bordea la calle Main. La caminata hacia el norte te llevará hasta un par de edificios icónicos de la isla, las diferentes cadenas de comida rápida en las que puedes tomar algo para llevar y disfrutarlo en cualquiera de los parques de la zona. Uno de estos parques es el Lighthouse Park, construido alrededor del faro, ahora fuera de servicio.
Al sur de la isla encuentras un viejo hospital mental, conocido como Smallpox Memorial Hospital, abandonado desde hace muchísimas décadas. Y, por último, el parque Southpoint donde hay un busto de Franklin Roosevelt.