Hola amigos, les recordamos que tenemos el tour de los Hamptons (hagan clic aquí) y por eso les presentamos este nuevo reportaje preparado por uno de nuestros mejores urban exporers.
¡Que lo disfruten!
Piero
Texto y fotos de Luca Marfé
Facebook: Luca Marfé Photography - Twitter: @marfeluca - Instagram: @lucamarfe
Nueva York y sus alrededores “Hamptons” son sinónimo de verano, pero significan al mismo tiempo muchas cosas: mar, océano, atardeceres espléndidos. Y también y sobre todo una vida de deliciosa calidad de un lugar en el que parece haberse detenido en el tiempo.
Y así, si tienen deseo de distraerse de la jungla metropolitana de Manhattan, tal vez para un fin de semana romántico o simplemente un día para respirar una atmósfera diferente, pueden alquilar un auto (cosa que en estos lugares pueden hacer con menos de 50 dólares) y a un poco más de una hora se encontrarán con los pies descalzos en la arena.
Tomen la autopista Long Island Expressway desde Queens, pongan algo de buena música y luego de haber recorrido un centenar de kilómetros, disfruten del escenario.
Incluso antes de llegar al corazón de la península de Long Island, dense el gusto de una parada para hacer el brunch en Lobster Grill Inn (162 West Inlet Road, Southampton). Un viejo bastión de estilo rústico, construido justo sobre el mar, donde por un poco más de 20 dólares por persona podrán disfrutar de langostas y pescado fresco en una atmósfera típicamente norteamericana. Y donde gracias a unos simpáticos manteles individuales, se convertirán en auténticos expertos en lo que respecta a crustáceos.
Busquen Cryder Beach en el navegador, parqueen su auto en una de las tantas plazas que hay a disposición y corran a poner los pies sobre la arena.
La playa les parecerá infinita, un poco como el viento que sopla por estas partes incluso en verano.
Pero el encanto del océano no se discute, y si logran ir durante la semana, vivirán la espléndida ilusión de tenerlo todo sólo para ustedes.
Ojo con sus movimientos en Southampton: en los alrededores de un parque que se extiende en pleno de centro, de hecho se encontrarán con simpáticos gansos y patos de la zona. Un paseo a lo largo de senderos y arroyos es la alegría para los niños… y para los fotógrafos.
Y después de haber jugado con ellos, regálense un momento de relajación total en alguna de las bancas a la orilla del mar.
Pero si quieren vivir Southampton en todos los sentidos, así como lo viven las personas del lugar, no pueden renunciar a pasear por la Main Street. El reloj detenido de una América de otro tiempo, agradable, encantada. Donde la maravillosa calidad de vida parece ser la ecuación en la base de todo. Con las boutiques elegantes y su moda de mar, los deliciosos mini market de lujo y la joya italiana Sant Ambroeus, parada obligatoria para un café espresso y deliciosos pasteles (30 Main Street, Southampton).
Vagando aquí y allá, encontrarán suntuosas villas, algunas de las cuales son en realidad “invisibles” por las flores tan altas y apretadas como los muros de una fortaleza.
Madonna, Lady Gaga, Jennifer Lopez, Calvin Klein, Ralph Lauren son sólo algunos de los inquilinos ilustres que podemos citar.
Los valores de estas propiedades oscilan entre los 10 y 100 millones de dólares, en un mercado que cada año se revela más y más, sobre todo a los ojos de un europeo.
Antes de regresar, concédanse un mini tour en Sag Harbor, maravillosa localidad situada en la vertiente norte de los Hamptons. Es un lugar menos transitado por los turistas, y preferido por los “veteranos” de la zona. Además de la espléndida Long Beach, vale la pena visitar el centro histórico del pueblo y parar para tomarse una bella foto de recuerdo a los pies del antiguo molino de viento, que está localizado de manera estratégica muy cerca del mar.
Un paseo lento en la rotonda y regresan a Manhattan.
Atardecer, música rigurosamente norteamericana y los rascacielos como telón de fondo harán de éste un día para no olvidar.